viernes, 19 de noviembre de 2010

Por un puñado de votos, por Sebastián Rivero

POR UN PUÑADO DE VOTOS

En esta semana que acaba de transcurrir, los medios de comunicación,  nos han enseñado los ingentes beneficios de una empresa de telefonía- antes pública- y de otra  energética, que me suena a gravísima grosería, cuando existen 5.000.000 de personas sin empleo y un montón de gente con muchos problemas para terminar el mes. También nos han mostrado las revueltas de los estudiantes del Reino Unido protestando por las subidas de las matrículas universitarias, que forma parte del duro paquete de medidas de ajuste del Primer Ministro David Cameron, modelo a seguir de nuestro líder conservador Mariano Rajoy.
 
         Por un lado nos rebajan los salarios a todos/as, nos quieren aumentar la edad de jubilación, nos quitan la desgravación de los 400 euros y la de vivienda, nos reiteran lo de apretarse el cinturón, nos quieren recortar las prestaciones y subsidios por desempleo y nos imponen una reforma laboral, y todo porque nos dicen que hay una crisis descomunal. Y por otro nos suben la energía eléctrica, el precio de los carburantes, etc. pues estas pobrecitas empresas pueden perder beneficios. Así que los poderes han llegado al acuerdo tácito de cargar las derramas de las pérdidas bancarias en la clase media y trabajadora, para que las grandes empresas y la banca tengan más beneficios.
        De manera que es cada vez más evidente que los mercados se están aprovechando de la crisis para aumentar sus beneficios, subir los precios y rebajar los derechos de las y los trabajadores. De esta forma el liberalismo económico va cumpliendo sus objetivos- sin casi respuesta ciudadana- y de rondón nos están colando muchos gobiernos de derecha en los países europeos de nuestro entorno. Y para ejemplo del tema que hablamos la mejor muestra la tenemos en el Reino Unido donde se aprovecharon de la crisis para que conservadores y liberales se hicieran con el poder para aplicar unos recortes del bienestar social preocupantes, como la subida de las matrículas de estudiantes universitarios, que van a impedir que mucha gente pueda realizar unos estudios de grado por problemas económicos.   
          Así queda acreditado que nos tratan como conejillos de indias, que escuchamos – y desgraciadamente votamos a veces- a estos liberales ultra, que son lobos disfrazados de corderos, y que si nos descuidamos nos sumergen de nuevo en el sistema social del siglo XIX, donde las clases sociales marxistas eran reales.
        En Aljaraque pasa un tanto de lo mismo, pues estos lobos -o lobeznos, que también los hay- disfrazados de cordero, quieren engañarnos con sus formas de niños y niñas buenas, para reconquistar un gobierno municipal que perdieron por sus tejemanejes y formas absolutistas, por darlo todo a las empresas de la construcción, por olvidarse de las Asociaciones de Vecinos, del acerado de Bellavista, por no acordarse de las comunicaciones entre los Núcleos, por no tener ni una política de fomento de la economía local salvo la del ladrillo- que no era local y favorecía a intereses espurios- y por olvidarse de los problemas de la ciudadanía.   
        Por poner un ejemplo, sorprende que este partido, que durante doce años olvidó en el desierto de lo urbanizable  El Cabezo de Corrales, quien el año 2001 aprobó unas normas urbanísticas para el Plan de Reforma Interior(PERI) del Cabezo y la Plaza en las que se le sustraía capacidad de edificar  a los que allí vivían – quitándoles patio, alturas, vivienda, entre otras- para dárselo a la promotora de las nuevas casas de Corrales, quien permitió inundaciones en la Plaza que parecían riadas, y quien consintió la destrucción del patrimonio minero, ahora se nos presentan como abogados  de los imposibles  defendiendo patios y calles peatonales, y llamándole inundaciones a los charcos.
         Espero que nuestra ciudadanía tenga una memoria política consistente y se acuerde de la nefasta gestión que en muchos aspectos realizó el anterior gobierno del PP en Aljaraque, caracterizada por la poca transparencia, el abuso urbanístico, el despilfarro, el enchufismo a raudales, el olvido de las Viviendas de Protección Oficial, la permisividad ante la destrucción de patrimonio cultural e histórico y otros tantas desmanes. Espero también  que nadie caiga en la trampa de alguno de estos señoritos, cuando se presenten a defender los problemas de algunos barrios que nunca visitaron o a infundir temores entre el vecindario, con el único y cínico objetivo de vender humo para conseguir un puñado de votos.

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